Visión
de la muerte de los culpables
1 Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los
verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento
para destruir. 2 Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de
arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para
destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su
cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de
bronce.
3 Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima
del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová
al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, 4 y
le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y
ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de
todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. 5 Y a los otros dijo,
oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo,
ni tengáis misericordia. 6 Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres,
hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no
os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los
varones ancianos que estaban delante del templo. 7 Y les dijo: Contaminad la
casa, y llenad los atrios de muertos; salid. Y salieron, y mataron en la
ciudad. 8 Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré
sobre mi rostro, y clamé y dije: ¡Ah, Señor Jehová! ¿destruirás a todo el
remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?
9 Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Judá
es grande sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está
llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehová la tierra, y
Jehová no ve. 10 Así, pues, haré yo; mi ojo no perdonará, ni tendré
misericordia; haré recaer el camino de ellos sobre sus propias cabezas.
11 Y he aquí que el varón vestido de lino, que tenía
el tintero a su cintura, respondió una palabra, diciendo: He hecho conforme a
todo lo que me mandaste.