TRADUCTOR

TRADUCTOR

LIBROS

RUT

RUT

ESDRAS

NEHEMIAS

ESTER

SALMOS

PROVERBIOS

ECLESIASTES

CANTAR DE LOS CANTARES

CANTAR DE LOS CANTARES

ISAIAS

JEREMIAS

LAMENTACIONES

LAMENTACIONES

EZEQUIEL

DANIEL

OSEAS

JOEL

JOEL

AMOS

ABDIAS

ABDIAS

JONAS

JONAS

MIQUEAS

MIQUEAS

NAHUM

NAHUM

HABACUC

HABACUC

SOFONIAS

SOFONIAS

HAGEO

HAGEO

ZACARIAS

MALAQUIAS

MALAQUIAS

MATEO

MARCOS

LUCAS

JUAN

HECHOS

ROMANOS

1 CORINTIOS

2 CORINTIOS

GALATAS

GALATAS

EFESIOS

EFESIOS

FILIPENSES

FILIPENSES

COLOSENSES

COLOSENSES

1 TESALONICENSES

1 TESALONICENSES

2 TESALONICENSES

2 TESALONICENSES

1 TIMOTEO

1 TIMOTEO

2 TIMOTEO

2 TIMOTEO

TITO

TITO

FILEMON

FILEMON

HEBREOS

SANTIAGO

SANTIAGO

1 PEDRO

1 PEDRO

2 PEDRO

2 PEDRO

1 JUAN

1 JUAN

2 JUAN

2 JUAN

3 JUAN

3 JUAN

JUDAS

JUDAS

APOCALIPSIS

SE AÑADIRAN TODOS LOS LIBROS DE LA BIBLIA

(4)

 

1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio segĂșn la misericordia que hemos recibido, no desmayamos. 2 Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestaciĂłn de la verdad recomendĂĄndonos a toda conciencia humana delante de Dios. 3 Pero si nuestro evangelio estĂĄ aĂșn encubierto, entre los que se pierden estĂĄ encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegĂł el entendimiento de los incrĂ©dulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de JesĂșs. 6 Porque Dios, que mandĂł que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeciĂł en nuestros corazones, para iluminaciĂłn del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Viviendo por la fe

 7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de JesĂșs, para que tambiĂ©n la vida de JesĂșs se manifieste en nuestros cuerpos. 11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de JesĂșs, para que tambiĂ©n la vida de JesĂșs se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que la muerte actĂșa en nosotros, y en vosotros la vida.

 13 Pero teniendo el mismo espĂ­ritu de fe, conforme a lo que estĂĄ escrito: CreĂ­, por lo cual hablĂ©, nosotros tambiĂ©n creemos, por lo cual tambiĂ©n hablamos, 14 sabiendo que el que resucitĂł al Señor JesĂșs, a nosotros tambiĂ©n nos resucitarĂĄ con JesĂșs, y nos presentarĂĄ juntamente con vosotros. 15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acciĂłn de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

 16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de dĂ­a en dĂ­a. 17 Porque esta leve tribulaciĂłn momentĂĄnea produce en nosotros un cada vez mĂĄs excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.